Las vocalizaciones y el ritmo

Hola, soy Peponcete y voy a hablaros de lo importante que es el ritmo para aprender.

  • Ya en el útero de nuestra mamá, escuchamos el ritmo de su corazón, y eso nos tranquiliza una barbaridad. 
  • El corazón tiene un ritmo binario, de 2x2, por eso es tan importante que, una vez fuera del útero, nos cantéis nanas, porque tienen ese mismo ritmo. Enseguida comprobaréis que nos serenamos un montón cuando nos mecéis con la cadencia de las olas.
  • ¡Cantadnos nanas, porfa! Las nanas tienen todos los elementos que nos familiarizan con el lenguaje: vocalizaciones (ea, ea), repetición de sonidos (la la la, rorró) y palabras que nos resultan familiares (mamá, papá, hermanito/a).
  • Las palabras tienen un ritmo propio: las sílabas. Así que es importante que, al cantarnos o al hablarnos, marquéis ese ritmo en cualquier parte de nuestro cuerpo a la vez que las silabeáis, porque eso nos ayuda a aprender más rápido y nos desarrolla una educación musical.
  • En mi cuento “¡Y YO MÁS!” tu bebé puede marcar con la mano el ritmo de los distintos sonidos que hacemos Osete y yo sobre la superficie del  propio libro: PAM PAM PAM, ROMPOMPÓN, BOOOM… Es de cartón plastificado y está hecho a prueba de niños. Además se limpia con una bayeta cuando lo manchas de comida. De ese modo mis coleguitas participan de la historia de manera muy activa y el cuento resulta aún más divertido.
  • También os animo a recitar con vuestros bebés rimas, retahílas y canciones infantiles acompañándoos de palmas y pitos, o marcando el ritmo en distintas partes de su cuerpo. 
  • Un buen momento para hacer ritmos es la hora del baño. Ahí podéis coger la mano del bebé y chapotear las retahílas sobre la superficie del agua (Plas, plas, plas) o decir las distintas partes del cuerpo desnudo del bebé marcando el ritmo sobre ellas: es-pal-da, ba-rri-ga, pe-cho…

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